Existirán incontables ejemplos, pero vamos a escoger tres. En el primero nos trasladamos al 29 de abril de 1908. Se había celebrado el día anterior en el Instituto Carbajal de la capital cántabra una conferencia titulada Los montañeses en la Guerra de la Independencia que corrió a cargo de Roberto Basañez. Seleccionamos parte de los artículos redactados por los cronistas de La Atalaya y El Cantábrico que estuvieron presentes en la conferencia. Así redactaron cuando Basañez disertó sobre el pasiego Lorenzo Herrero:
[El Cantábrico] (...) El pasiego Lorenzo Herrero, nacido en San Pedro del Romeral, fue otro de los más valientes guerreros montañeses: en cierto día, en Cabezón de la Sal, atacando a una casa fortificada que ocupaban doscientos franceses, subió al tejado de la misma y le prendió fuego, obligándoles a salir y darse prisioneros. (...)
[La Atalaya] (...) Otro de los más famosos guerrilleros cántabros fue el pasiego Don Lorenzo Herrero. Su hoja de servicios es curiosísima. Empezó de soldado y llegó a brigadier de los ejércitos reales. En Puente Orduña se apoderó de un importantísimo convoy francés, haciendo prisionera a la escolta, y en Cabezón de la Sal subió hasta el tejado de una casa ocupada por el enemigo, prendiéndola fuego y decidiendo el triunfo. (...)
Anteriormente a la referencia de Lorenzo Herrero, cuenta el cronista de La Atalaya que "Recuerda el señor Basañez que a orillas del río Bidasoa, en la batalla de San Marcial, los soldados de la quinta división, que se batieron heroicamente, pusieron en alto lugar el nombre de Cantabria". Igualmente apuntó el cronista de dicho periódico respecto del discurso de Basañez que "Yo recuerdo a propósito de esto - agrega- una oración fúnebre leída a raíz de la batalla en la Santa Iglesia Catedral, en honor de los mártires Rubín, Rubalcaba y demás pertenecientes a los indicados cuerpos y que perecieron. Pues bien, a aquellos mártires santanderinos, mártires montañeses, dediquémosle una oración fúnebre, como lo hizo entonces (1814) el ayuntamiento de esta ciudad". En este blog, aquí, dimos cuenta del prólogo a dicha oración fúnebre, escrito por Francisco Antonio Boo, que fue el mismo que dijo aquella oración el 13 de septiembre de 1813 en la Catedral de Santander, no en 1814, como afirmó Basañez. Véase que Fracisco Antonio Boo escribió en dicho prólogo el término Soldados Cántabros.
El segundo ejemplo es del 19 de abril de 1925. En aquella fecha celebró la fiesta escolar el pueblo de Cejancas (Valderredible). Su maestro era Antonio Nuñez, salmantino, igual que Santiago Laso, maestro de Polientes. Este último leyó un discurso del que el corresponsal de El Cantábrico en el valle parece tomar textualmente algunas de sus frases. Según El Cantábrico, el maestro Santiago Laso aludió a Cantabria en su alocución, sin embargo el corresponsal de La Atalaya anota en su crónica la expresión campos santanderinos montañeses. Es probable que finalizado el acto, el cronista valluco de El Cantábrico solicitara a Santiago Laso su discurso para poder transcribirle. Compárense ambas crónicas de estos periódicos santanderinos:
El tercer ejemplo versa en torno a la conferencia de propaganda celebrada en el Ateneo de Santander el 3 de agosto de 1925 relativa a la Exposición Iberomericana programada en Sevilla, y cómo los periodistas o cronistas redactaron para sus respectivos periódicos la noticia de aquel coloquio.
[El Cantábrico] (...) El pasiego Lorenzo Herrero, nacido en San Pedro del Romeral, fue otro de los más valientes guerreros montañeses: en cierto día, en Cabezón de la Sal, atacando a una casa fortificada que ocupaban doscientos franceses, subió al tejado de la misma y le prendió fuego, obligándoles a salir y darse prisioneros. (...)
[La Atalaya] (...) Otro de los más famosos guerrilleros cántabros fue el pasiego Don Lorenzo Herrero. Su hoja de servicios es curiosísima. Empezó de soldado y llegó a brigadier de los ejércitos reales. En Puente Orduña se apoderó de un importantísimo convoy francés, haciendo prisionera a la escolta, y en Cabezón de la Sal subió hasta el tejado de una casa ocupada por el enemigo, prendiéndola fuego y decidiendo el triunfo. (...)
Anteriormente a la referencia de Lorenzo Herrero, cuenta el cronista de La Atalaya que "Recuerda el señor Basañez que a orillas del río Bidasoa, en la batalla de San Marcial, los soldados de la quinta división, que se batieron heroicamente, pusieron en alto lugar el nombre de Cantabria". Igualmente apuntó el cronista de dicho periódico respecto del discurso de Basañez que "Yo recuerdo a propósito de esto - agrega- una oración fúnebre leída a raíz de la batalla en la Santa Iglesia Catedral, en honor de los mártires Rubín, Rubalcaba y demás pertenecientes a los indicados cuerpos y que perecieron. Pues bien, a aquellos mártires santanderinos, mártires montañeses, dediquémosle una oración fúnebre, como lo hizo entonces (1814) el ayuntamiento de esta ciudad". En este blog, aquí, dimos cuenta del prólogo a dicha oración fúnebre, escrito por Francisco Antonio Boo, que fue el mismo que dijo aquella oración el 13 de septiembre de 1813 en la Catedral de Santander, no en 1814, como afirmó Basañez. Véase que Fracisco Antonio Boo escribió en dicho prólogo el término Soldados Cántabros.
El segundo ejemplo es del 19 de abril de 1925. En aquella fecha celebró la fiesta escolar el pueblo de Cejancas (Valderredible). Su maestro era Antonio Nuñez, salmantino, igual que Santiago Laso, maestro de Polientes. Este último leyó un discurso del que el corresponsal de El Cantábrico en el valle parece tomar textualmente algunas de sus frases. Según El Cantábrico, el maestro Santiago Laso aludió a Cantabria en su alocución, sin embargo el corresponsal de La Atalaya anota en su crónica la expresión campos santanderinos montañeses. Es probable que finalizado el acto, el cronista valluco de El Cantábrico solicitara a Santiago Laso su discurso para poder transcribirle. Compárense ambas crónicas de estos periódicos santanderinos:
El tercer ejemplo versa en torno a la conferencia de propaganda celebrada en el Ateneo de Santander el 3 de agosto de 1925 relativa a la Exposición Iberomericana programada en Sevilla, y cómo los periodistas o cronistas redactaron para sus respectivos periódicos la noticia de aquel coloquio.
Presidió el acto el entonces Príncipe de Asturias, Alfonso de Borbón y Battenberg. Los conferenciantes fueron el sevillano Luis Rodríguez Caso y el cordobés Antonio Jaen Morente. Estos dos hombres fueron los encargados de dar a conocer por buena parte de España la citada exposición, que en principio tenía prevista su celebración para 1927 pero que finalmente aconteció en 1929.
- LUIS RODRÍGUEZ CASO
[El Pueblo Cántabro] (...) Una vez terminadas las proyecciones el conferenciante hace un requerimiento a Cantabria para que tenga su representación en el certamen (...)
[El Diario Montañés] (...) Terminó su disertación diciendo que espera que Santander responderá al saludo de Sevilla, concurriendo con las demás regiones de toda la península (....)
[El Noticiero Gaditano] (...) Explicó detalladamente las aportaciones de América a otras exposiciones y dijo que esperaba que la Montaña acudiría en pleno a Sevilla para laborar por la grandeza de España (...)
- ANTONIO JAEN MORENTE
[El Pueblo Cántabro] (...) Dice que en Sevilla con la exposición hispanoamericana va a levantarse un altar a España y que en ese altar no puede faltar el fulgor de Cantabria. (...) Después manifiesta diciendo que Cantabria tiene que ir a Sevilla por tradición histórica que existe desde que Bonifaz rompió las cadenas celebrando unas bodas que tuvieron por lecho el Guadalquivir. En Sevilla, la Montaña estará como en el propio solar. (...)
[El Diario Montañés] (...) En la hoguera de Sevilla, hoguera de profundo y reverente amor a España, no puede faltar el pulgar de la Montaña. (...) Cantabria tiene, por tradición histórica, obligación de ir a Sevilla (....) Términa diciendo: Sevilla os pide, remeros de Cantabria, que boguéis hacia el Guadalquivir, en alto los remos y en alto el corazón.(...)
[El Noticiero Gaditano] (...) Terminó diciendo que Cantabria tiene que ir a la Exposición por su tradición histórica (...)
[La Atalaya] (...) Canta a la Montaña de Santander en términos de exaltado lirismo. Recuerda nuestras glorias, las de nuestros hombres de Ciencia, literatos, conquistadores y marinos. Y termina con brillantísimo párrafo diciendo que quiere poner como punto final a su discurso dos versos de la maravillosa poesía de José del Río, 'Remeros de Cantabria', que glosa en parte: en alto los remos y en alto el corazón. (...)
[El Cantábrico] (...) Ninguna región puede faltar y menos la Montaña (....)
- RAFAEL VEGA LAMERA, EL ALCALDE DE SANTANDER, CIERRA EL ACTO
[El Pueblo Cántabro] (...) Cierra los discursos el Alcalde de Santander asegurando que el requerimiento que se ha hecho a Cantabria responderá ésta con verdadero entusiasmo (...)
[El Cantábrico] (...) El Alcalde, en tonos elocuentes, agradece los elogios que se han hecho de la Montaña, y dice que nuestra provincia acudirá al grandioso certamen internacional de Sevilla (...)
[El Cantábrico] (...) El Alcalde, en tonos elocuentes, agradece los elogios que se han hecho de la Montaña, y dice que nuestra provincia acudirá al grandioso certamen internacional de Sevilla (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario