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viernes, 9 de octubre de 2020

::: (1887, 1906 y 1920) LOS BOLOS EN MATIENZO Y ARREDONDO :::

"Distraíamos los ocios en el único sport que hay en estos pueblos, en jugar a los bolos, entretenimiento que no por carecer de fuertes emociones y de novedad, deja de tener seducción y encantos para los hijos de esta Tierruca, acaso por su clasicismo o por lo que se inocula en las interesantes tradiciones y en las costumbres de la Montaña".

- De un artículo de La Voz Montañesa del 9 de octubre de 1887 escrito por matienzanos residentes en América.-


Este otro recorte (imagen) se encuentra en La Voz Montañesa del 18 de octubre de 1887. Se trata de un artículo sin firma, ni procedencia, pero a todas luces se vislumbra que tiene que estar escrito por alguien del Valle de Ruesga, seguramente de Matienzo. Parece, a diferencia de hoy, que la modalidad bolística practicada en este pueblo ruesgano era la que conocemos como bolo palma. En este artículo se habla del emboque y en el artículo de arriba (9 de octubre), los escritores matienzanos hablan de corros o plazas, términos asociados, sobre todo el de corro, al juego de palma y no al del pasabolo tablón, el que se practica hoy en esta localidad y desde seguramente más de un siglo atrás. Por otra parte, en el mismo periódico, fecha 19 de octubre, el Alcalde de Ruesga, aunque no se vislumbra ningún estilo bolístico, dice que compone este ayuntamiento seis pueblos y en cada uno de ellos existe una bolera situada en terreno del común y en donde el público en general tiene derecho a jugar a los bolos sin estipendio ni obligación alguna.



La Voz Montañesa
18 de octubre de 1887




Respecto a Arredondo, ya en 1906 vemos cómo en este pueblo existían dos sistemas de juegos de bolos, como explica el corresponsal de La Atalaya en su edición del 25 de junio de 1906, modalidades que eran el juego de bolo a palma o emboque y el pasabolo tablón.  



Igualmente, el corresponsal de Arredondo para El Cantábrico, en fecha de  30 de junio de 1906,  publicaba una crónica (fechada por error en 1900) acerca de las dichas fiestas de San Pelayo, indicando que había más afición por el pasabolo que por el emboque.





El Cantábrico
19 de junio de 1920