sábado, 9 de marzo de 2019

::: (8 DE NOVIEMBRE DE 1923 y 25 DE AGOSTO DE 1926) DOS ARTÍCULOS DE DANIEL CAZÓN ROBLES, ABUELO MATERNO DEL EX PRESIDENTE DE CANTABRIA JUAN HORMAECHEA CAZÓN, SOBRE LAS ROTURACIONES ARBITRARIAS Y LA SEQUÍA :::


Daniel Cazón Robles nació en Lantueno (Santiurde de Reinosa) el 17 de mayo de 1888 .

Siendo maestro en Astillero fue fusilado por el bando franquista el 15 de octubre de 1937, a los 49 años de edad. (Pinchar aquí)

Fue enterrado en una fosa en el Cementerio de Ciriego donde sería identificado a comienzos de este siglo. (Pinchar aquí)

Enrique Cazón Coterillo, uno de sus hijos, del lado del bando republicano en la Guerra Civil, "murió heroicamente en uno de los frentes de la provincia",  a los 21 años de edad, según se lee en una esquela publicada en El Cantábrico del 29 de noviembre de 1936.

Uno de sus nietos, Juan Hormaechea Cazón, llegó a ser Alcalde de Santander (1977-1987) y Presidente del Gobierno de Cantabria (1987-1990 y 1991-1995).



El Cantábrico
8 de noviembre de 1923





El Cantábrico
25 de agosto de 1926


viernes, 8 de marzo de 2019

::: (1906-1907) MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO ESCRIBE UNA CARTA AL AYUNTAMIENTO DE REINOSA AGRADECIENDO EL APOYO RECIBIDO EN LA CAPITAL CAMPURRIANA TRAS NO HABER SIDO ELEGIDO DIRECTOR DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ~~~ EL MENSAJE DE SANTANDER Y LA RESPUESTA DE MARCELINO :::

El Cantábrico
24 de marzo de 1907
Crónica escrita por Higedo, alias del escritor campurriano Julián González Martínez.


Aunque no se menciona, esta carta enviada por el polígrafo santanderino a la entonces Villa de Reinosa se enmarca dentro los apoyos que recibió por no haber sido nombrado Director de la Real Academia de la Lengua, cargo que recaería en Alejandro Pidal. El 30 de diciembre de 1906 había leído un Discurso de acción de gracias al pueblo de Santander, contestando de esta forma al homenaje que le había ofrecido su ciudad en desagravio por su no elección del cargo citado. Esta carta dirigida al ayuntamiento reinosano, según el epistolario conservado del escritor santanderino, está fechada en Madrid a 14 de marzo de 1907.



Aquí el mensaje dirigido a Marcelino Menéndez Pelayo en nombre de la ciudad de Santander y que le fue entregado el 30 de diciembre de 1906 en su domicilio. Después pronunciaría el Discurso de acción de gracias.



El siguiente texto está copiado de aquí. Y aquí un artículo de 2006 publicado por El Diario Montañés relativo al tema, "que forma  parte de la historia cultural cántabra" según el periódico.

Señor Alcalde. Señores:

Quien recibe tan singular testimonio como éste, de pública estimación, de simpatía desinteresada, de noble y cordial afecto en que vibra el alma de un pueblo entero, movido por razones de índole espiritual y ajenas a las pasiones que dividen y enconan a los hombres, debe mirar este momento como uno de los más graves y solemnes de su vida. Imaginad lo que será para mí, que en vosotros veo, no sólo la representación siempre honrosa de una gran ciudad, sino de la ciudad mía; de la que siempre amé con amor indómito y entrañable; de la que enseñó mis ojos a ver y mi espíritu a pensar; de la que educó mi corazón y templó mi carácter; de la que rigió mi padre con la vara del magistrado municipal que veo en vuestras manos; de la que edificó mi madre con los santos ejemplos de su vida; de la que guarda en su tierra bendecida los restos de los dos, esperando a que con ellos vayan a unirse los míos. A esta familia, a esta casa, a cuantos llevaron dignamente el modesto y honrado apellido que me cupo en suerte, se encamina, más bien que a mí, y en ellos mejor que en mí recae, la presente manifestación, que es la más alta que un pueblo puede tributar a un ciudadano suyo. Yo, en nombre suyo, la acepto, seguro de que sus sombras se han de regocijar en este día.

Con vuestra presencia honráis hoy esta biblioteca, obra de mi paciente esfuerzo, única obra mía de la cual estoy medianamente satisfecho, y que acaso no existiría si no hubiese tenido por primer fondo los libros que comencé a reunir por tierras extrañas cuando la protección del Ayuntamiento y de la Diputación de Santander me proporcionó los medios de completar en otras escuelas de Europa mi educación universitaria.

Es rasgo de hidalguía en los montañeses no recordar los beneficios que han hecho, ni siquiera cuando acumulan a ellos otros beneficios nuevos. Persuadidos como nuestro prócer poeta del siglo XV de que «dar es señorío, recibir es servidumbre», a nadie hacen sentir el peso de tal servidumbre, en dichos ni en obras, y honrando al que recibe el beneficio, se libran del temor de hacer ingratos. Y yo lo sería ciertamente sino declarase en tan solemne ocasión como ésta, que gracias a aquel generoso arranque, quizás olvidado ya en Santander, de los que os precedieron en el regimiento de la villa y en la administración de su provincia, pude llegar a ser un modesto, pero asiduo trabajador de ciencia literaria, importar a España algunas novedades útiles, educarme en la gimnasia del método histórico-crítico, en que tanto comienzan a aventajarme mis discípulos, entender con más alto sentido lo español, y acrisolar el amor de la patria en el contraste con lenguas y literaturas extrañas. Si mi labor no ha sido enteramente desmedrada, si algo de ella merece vivir, sobre Santander quiero que principalmente recaiga ésta que sería temeridad y presunción llamar gloria, porque la gloria no habita las pobres y silenciosas moradas de los eruditos, sino los regios alcázares de la fantasía y del genio.

Aquí, donde sin hablar de regionalismo, le sentimos y le practicamos hondamente, tiene el vínculo patriótico que nos une un grado de fuerza y cohesión que en muchas provincias de España no se concibe siquiera. Un motivo acaso leve, una persona por cierto no la más meritoria, adquieren en ciertos casos un prestigio insólito, porque en él se suma con el valer personal, que puede no ser grande, el inmenso prestigio colectivo, labrado por la mano de sucesivas generaciones. Así la presente fiesta literaria, que por raro caso viene a hacer brotar las rosas de la primavera entre los hielos del invierno y los hielos de mi alma, no  es homenaje a mí, sino a la literatura montañesa de mi tiempo, de la cual por triste privilegio he venido a ser el decano cuando todavía pudieran estar entre nosotros, llenando de gloria a nuestro pueblo con obras, inmortales, dos varones verdaderamente preclaros, únicos dignos de ceñir la corona de laurel y roble que para ellos tejieron las adustas y selváticas deidades de nuestros montes. Ellos cumplieron mejor que yo con la deuda sagrada de emplear en servicio de la tierra natal la mejor parte de su obra. Las creaciones del uno, timbre imperecedero del realismo español; los cuadros que trazó de la Cantabria agreste y marinera, van logrando carta de ciudadanía en todas las literaturas del mundo. La obra del segundo, prolija, paciente, sabia, menos accesible a la común lectura por el artificio refinado de su estilo, apenas ha traspasado los linderos del país natal, pero su semilla ha prendido en algunas almas capaces de comprenderla, y está destinada, sin duda, a un género de inmortalidad, no por recogida y modesta, menos envidiable.

Hoy que la vida intelectual renace entre nosotros (¿y quién ha de dudarlo en vista del acto presente, grande y significativo en sí, no por la persona a quien se dirige?), tributemos un piadoso recuerdo de admiración al gran novelista don José María de Pereda, cuyo monumento debe alzarse pronto en Santander, como lo reclaman los votos de todos los españoles de ambos mundos; y al delicadísimo y profundo poeta don Amós de Escalante, que en Costas y Montañas nos dejó el libro clásico de nuestra geografía y de nuestra historia, y que en Ave, Maris Stella realizó el prodigio de dar voz a nuestros antepasados, y recoger «la varia y generosa poesía que yace manifiesta u oculta en las antiguas leyes, en las costumbres, y en el paisaje sublime de la nativa tierra.»


M. Menéndez y Pelayo.

jueves, 7 de marzo de 2019

::: (20 DE JULIO DE 1905) TELEGRAMA DE FERMÍN CANELLA, CRONISTA DE ASTURIAS, ANTE LA UNIÓN DE SANTANDER Y OVIEDO POR FERROCARRIL :::

El Cantábrico
21 de julio de 1905 

Cuenta este periódico que la máquina que salió de Santander iba adornada con un escudo de follaje al que rodeaba la inscripción A la patria de Pelayo, saluda la de Velarde. Llegados a LLanes, los comisionados de la Cámara de Comercio de Santander repartieron tarjetas postales anunciadoras de las inminentes fiestas y ferias de Santiago en las que se leía La Montaña saluda a las asturianos. Por otra, la máquina que conducía el tren que salió de Oviedo estaba adornada con los escudos de las provincias de Asturias y Santander. La villa llanisca fue el punto de encuentro de ambas comitivas, celebrándose un banquete en la finca de Francisco L. Tamés (fabricante del dulce de manzana NON-PLUS-ULTRA), próxima a la playa. Estaban presentes, entre otras personalidades, los alcaldes de Santander y Oviedo. La nota más saliente de los brindis, según El Cantábrico, fue la lectura del siguiente telegrama (imagen) del cronista del Principado y de la ciudad de Oviedo, además de futuro rector de la Universidad de Oviedo, Fermín Canella Secades, ausente en la cita. 

Como curiosidad, Fermin Canella protaganizó una conferencia en el Instituto Carbajal de Santander el 19 de mayo de 1907. Según cuenta El Cantábrico del día siguiente, cuando Canella describió las villas situadas entre Santander y Oviedo, calificó a LLanes como "una villa completamente cántabra".


martes, 5 de marzo de 2019

::: (1930) EL MILITAR E HISTORIADOR FERMÍN SOJO LOMBA, TRASMERANO DE SOBREMAZAS, RECLAMABA EL CAMBIO DE 'PROVINCIA DE SANTANDER' POR 'PROVINCIA DE CANTABRIA', CONSIDERANDO QUE LA REGIÓN CÁNTABRA DESBORDABA EL TERRITORIO DE LA PROVINCIA SANTANDERINA :::


LA HABANA (CUBA) 1867 – SANTANDER 1956

Fermín de Sojo y Lomba, hijo de indianos, fue Ingeniero militar e historiador, así como cronista honorario de Trasmiera.

Tras la vuelta de su familia a España en 1874 estudió en Liérganes. En 1877 se trasladó a Valladolid para estudiar Matemáticas, donde se interesó por la literatura. Seis años más tarde, ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara alcanzando el grado de alférez en 1886. Después de recorrer diversos destinos, llegó a Santander comisionado para la construcción del cuartel de María Cristina en el Alta, y fue testigo de las dos explosiones del “Cabo Machichaco”. En 1896 se desplazó a Cuba y participó en las campañas coloniales.

Regresa a España en 1902 y obtiene licencia para trasladarse a Madrid y consultar la Biblioteca Nacional, la Real academia de la Historia y los Museos de Ingenieros y de Artillería, que es cuando se puede decir inicia la carrera de escritor que amplía cuando vuelve a Cantabria en 1912, sobre todo recogiendo documentación para sus trabajos históricos sobre Trasmiera. En 1931 pasó a la reserva con el grado de general de Brigada, y se dedica plenamente a la investigación. En 1934 aceptó ser el primer Presidente del Centro de Estudios Montañeses.

Sus obras publicadas son las siguientes: Minas militares y terrestres. Lecciones explicadas en la Academia de Ingenieros, dos tomos editados en 1908 y 1909 que fueron declarados Libros de texto en la Academia de Ingenieros; El capitán Luis Pizaño. Estudio histórico-militar referente a la primera mitad del siglo XVI (1928), su obra más voluminosa por la que había obtenido el Premio Torner en 1926; Ilustraciones a la historia de la M. N. y S. L. Merindad de Trasmiera, dos tomos editados en 1930 y 1931 en Madrid, que había preparado hacia 1915-1917 en que estuvo destinado en Burgos; Los maestros canteros de Trasmiera (Madrid, 1935); La pantoja, jerga de los maestros canteros de Trasmiera (Segovia, 1947).

Otras obras suyas son Los de Alvarado (Madrid, 1935), que publicó con motivo de la celebración de tercer centenario de Lope de Vega; Liérganes (Madrid, 1936) y Cudeyo(Santander, 1946). Después de su muerte vio la luz su obra El mariscal Mazarrasa(Santander, 1972), en edición de José Simón Cabarga. En la Revista de Santander publicó “El general Don Felipe de Arco-Agüero. Apuntes biográficos”, y en Altamira del Centro de Estudios Montañeses “El brigadier don Ignacio Alonso de Cuevillas”, entre otros trabajos.



ILUSTRACIONES A LA HISTORIA DE LA M.N. Y S.L. MERINDAD DE TRASMIERA.
Tomo I
Fermín Sojo Lomba
1930

Añadir que, según cuenta Tomás Maza Solano en el periódico de Alerta del año 1963, por el año 1927 o 1928, durante la Dictadura de Primo de Rivera, del que era amigo Fermín Sojo, le solicitó este al dictador cambiar el nombre de Provincia de Santander por el de Provincia de Cantabria

Fermín Sojo ampliaba los límites de la Cantabria moderna más allá de la Provincia de Santander, como hacían, entre otros, el también historiador, además de Cronista Oficial de la Provincia a finales del siglo XIX, el campurriano Ángel de los Ríos. Del pensamiento de este último sobre la territorialidad cántabro-montañesa se da cuenta en este artículo. Añadir que, seguramente, estas líneas fueron escritos sobre 1919, aunque las sus Ilustraciones de Trasmiera fueran publicadas en 1930.


::: (3 DE SEPTIEMBRE DE 1892) PARTE DEL DISCURSO DEL CARLISTA HERRERO EN SANTANDER :::

~ Velada celebrada en la noche del 3 de septiembre de 1892 en el local carlista ubicado en la Calle General Espartero (actualmente Hernán Cortés) en honor del Marqués de Cerralbo (Enrique Aguilera y Gamboa), Jefe del Carlismo y Delegado de Carlos VII en España ~


"La ley que dividió a España en provincias hizo pedazos nuestra Cantabria, y hasta la quitó el nombre, agregando una parte a Burgos, otra a Palencia, retazos a las provincias limítrofes, de la que denominó Santander, e hizo desaparecer nuestras Merindades o Juntas de los Valles: en la división municipal se despedazaron nuestros Ayuntamientos o Juntas que estaban formados por valles, y era la división mas racional y de cada pedazo se formó un nuevo y microscópico municipio."





miércoles, 27 de febrero de 2019

::: (DICIEMBRE DE 1869) DISCURSOS A LA LLEGADA DE LOS VOLUNTARIOS MONTAÑESES A LA HABANA PARA LUCHAR EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE CUBA :::

A principios de diciembre de 1869 desembarcaba en la Habana el vapor-correo España. Había salido el 20 de noviembre del puerto de Santander y transportaba al batallón denominado Voluntarios de Santander (el periódico santanderino La Abeja Montañesa usaba más la denominación Voluntarios de Cantabria). Su misión era defender la españolidad de la isla de Cuba, en esos momentos en serio peligro. La Diputación Provincial de Santander había tomado el acuerdo de crear un cuerpo de voluntarios cántabros en septiembre de 1869 imitando lo que otras provincias ya habían  hecho.



El 8 de octubre el Boletín de Comercio de Santander insertaba el siguiente anuncio.



La siguiente imagen pertenece a la edición del 19 de noviembre de 1869 del periódico La Abeja Montañesa.



 Tras cruzar el Atlántico,  y recién llegados a comienzos de diciembre a La Habana, en el muelle de la Machina de esta ciudad, el primer discurso ofrecido a los voluntarios montañeses corrió a cargo de Eugenio Velarde, sobrino del famoso militar camargués Pedro Velarde. 



A continuación habló Antonio García Rizo. 



Y seguido de este, también en el Muelle de la Machina, Juan Ariza, Director de El Diario de la Marina, declamó la siguiente composición.
(Fuente: El Moro Muza. La Habana. 5 de diciembre 1869)


Y en el Gran Teatro de la capital cubana, Gabriel Estrella pronunció estos versos.
(Fuente: El Moro Muza. La Habana. 5 de diciembre 1869)



13 años después el periódico El Correo de Cantabria recordaba esta efeméride.


Se recomienda este trabajo titulado BATALLÓN DE VOLUNTARIOS DE LAPROVINCIA DE SANTANDER CON DESTINO ALA ISLA DE CUBA.1869 de Fernando Revuelta Cáraves.

sábado, 26 de enero de 2019

::: (1893) EL BOLO PALMA ES MODERNO EN NOJA : EL ALCALDE DEFIENDE LA PREEMINENCIA DEL PASABOLO (LOSA) :::

Fuente
La Región Cántabra 
Revista tradicionalista montañesa
Santander
5 de agosto de 1893

De forma irónica escribe esta revista de ideología carlista acerca de las pretensiones del Alcalde de Noja (de nombre Manuel Azcona, según se observa en el Boletín Oficial de la Provincia de Santander) de frenar el avance del juego de bolos a emboque, allí moderno por aquellas fechas de finales del siglo XIX, siendo tradicional el de pasabolo, es decir, el que hoy se denomina pasabolo losa.





Bolera de emboque de Noja en 1920
Obsérvese como curiosidad la diferente forma de los bolos ubicados en la fila del medio con los plantados en las laterales.


martes, 22 de enero de 2019

::: (SIGLO XIX) EN SANTANDER LLAMABAN VARSOVIANOS A LOS TRASMERANOS :::

La primera imagen está extraída de El Diario Español de Madrid del 15 de diciembre de 1852 aunque está copiando una noticia escrita en Santander. Y la que está debajo pertenece a El Capitán Armida,  novela de costumbres escrita por Federico de la Vega y que fue publicada en el periódico La Abeja Montañesa de Santander a partir de septiembre de 1867.

La duda es por qué aplicaban ese apelativo en la capital de La Montaña a los habitantes de la Merindad de Trasmiera.





::: (1928) CAMPEONATOS REGIONALES DE PASABOLO TABLÓN Y BOLO PALMA EN AMPUERO :::

Fotografía obtenida de la página,

Premios y trofeos donados por los montañeses residentes en Cuba: Copa Habana y 200 pesetas para los campeones de pasabolo tablón y Copa Cuba y 300 pesetas para los vencedores en bolo palma. Las crónicas hablan de Campeonatos Regionales de Bolos aunque no debemos entender esa terminología como es entendida hoy. Comenzaron a celebrarse estos campeonatos en Ampuero en el año 1925, siendo aquel año, igual que en 1926, obsequiados los vencedores en pasabolo con la Copa Cuba (100 pesetas) y los de palma con la Copa Habana (200 pesetas), es decir, el nombre de los trofeos habían sido intercambiados en 1928 a la vez que incrementados los premios.

Posan en la foto Ramón Lavín, Carlos García, Bravo, Manuel Bringas y Leandro Martínez.


domingo, 20 de enero de 2019

::: (1897, 1899, 1901 y 1930) CONCURSOS DE BOLOS A EMBOQUE Y PASABOLO EN LAREDO :::

19 de agosto de 1897
La Atalaya


17 de agosto 1899
El Cantábrico



13 de agosto de 1901
La Atalaya




Revista Pasabolo número 3 
Año 2010

Programa de festejos del año 1930


viernes, 11 de enero de 2019

::: (1916) BOLOS EN SAN MIGUEL DE LUENA :::

El Cantábrico
3 de octubre de 1916

Se refiere este cronista a la instalación de boleras en San Miguel de Luena al estilo de Pas, en las que se pinan tres bolos sobre un tablón, hay que mandarlos lejos y se llama pasabolo. 

Parece que esta descripción es más cercana a la modalidad de pasabolo tablón que a la de bolo pasiego. 



miércoles, 9 de enero de 2019

::: LAS TRES RAMAS DEL APELLIDO CASTANEDO EN LA MONTAÑA :::

Digo tres porque son estas las ramas conocidas de este apellido en Cantabria. Por ello, el apellido Castanedo tiene los siguientes orígenes en esta provincia:

* VALLE DE CAMARGO: Seguramente proceda del topónimo Castanedo ubicado en Cacicedo aunque en el pueblo de Camargo parece que también existe un sitio con este nombre.

En el Catálogo del Archivo del Antiguo Monasterio de Jerónimos de Santa Catalina de Monte Corbán (1940) se nombran escrituras camarguesas del siglo XVI donde aparece una pedazo de viña...do dicen Castanedo, aunque sin especificar el pueblo. En otras sí que se nombra un solar de Castanedo en Cacicedo. 

Reseñar que en el Boletín Oficial de Cantabria de 6 de julio de 1989 se habla de una casa señalada con el número 15 actual del barrio de Castanedo, antes 10 y hoy denominada calle Jenoz, en el pueblo de Cacicedo.

* VALLE DE VILLAESCUSA: Los Castanedo que se registran ya de antiguo en este valle llevan este apellido por el barrio denominado así en Villanueva. 

* JUNTA DE RIBAMONTÁN O MARINA DE CUDEYO: Frecuente también este apellido por aquella zona. 

Parece que teniendo por allí el pueblo de Castanedo sería lo más factible que este lugar hubiese originado otra rama de este apellido. Sin embargo, en Rubayo, donde constó este apellido, hay un barrio llamado Castanedo. En el siglo XVIII había Castanedos en Rubayo, Helechas, Agüero, Setién y Entrambasaguas. También en Suesa.

martes, 8 de enero de 2019

:::: (1936) ESCUADRÓN DE CABALLERÍA 'LIBERTAD DE CANTABRIA' :::

El Cantábrico
13 de enero de 1937

Entre los acuerdos adoptados por el Ayuntamiento de Torrelavega durante el mes de diciembre de 1936 figura este relativo al escuadrón titulado Libertad de Cantabria, perteneciente al bando que defendía el orden constitucional instaurado en 1931.


domingo, 6 de enero de 2019

::: (1797) PLANO DE LA COSTA DE SANTANDER O DEL MAR DE CANTABRIA COMPRENDIDA ENTRE LA RAYA DE VIZCAYA Y LA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS :::

Para ver el plano a la perfección, entrad aquí. 

Se observa cómo la Isla de Mogro mantiene en este plano su legítima denominación en vez del nombre de Isla de Mouro, que es con el que es conocida de forma general en la actualidad y que procede de una ocurrencia del cartógrafo gaditano Vicente de Tofiño en el siglo XVIII.

También se observan las rayas divisorias entre Montaña y Principado de Asturias y entre Montaña y Encartaciones. Está última se mantiene intacta, no así la primera, que sabido es que desde 1833 está en Tina Mayor y no en Santiuste, como en esta imagen.


jueves, 3 de enero de 2019

::: (1834) HIMNO PATRIÓTICO CANTADO EN LA FUNCIÓN TEATRAL DEL DÍA 10 DE JULIO DE 1834 COMPUESTO POR TELESFORO TRUEBA COSÍO :::

Fuente
Gran Enciclopedia de Cantabria (1985)
Tomo V 
Página 34

Relacionado este himno con los sucesos de Vargas de noviembre de 1833, donde salieron triunfantes las tropas liberales, decía Marcelino Menéndez Pelayo en 1876 que ofrece cierto interés local, pero escaso mérito literario. Escribió también que cantóse el himno de Trueba en el Teatro entonces aquí existente y dióse a la estampa en hoja suelta que no ha llegado a nuestras manos. Letra y música viven en la memoria de no pocas personas de nuestra ciudad. Afortunadamente alguien la encontró pues inserta está en la Gran Enciclopedia de Cantabria de 1985.



miércoles, 2 de enero de 2019

::: (1836) 'EL CÁNTABRO': BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE SANTANDER :::

"El Boletín Oficial de la Provincia de Santander, comenzó a editarse con el nombre de El Cántabro, Boletín de Santander, el 2 de septiembre de 1836, continuando la numeración correlativa a los últimos números del Boletín Oficial; concretamente, el primero que llevó tal cabecera, tenía el número 70 de aquel año", dice Simón Cabarga en Historia de la Prensa Santanderina (1982). 

Exactamente fue el 30 de agosto de 1836 cuando comenzó a titularse El Cántabro. Boletín de Santander el Boletín Oficial de la Provincia (nº 69). Y por lo que parece se intentaba emular lo que hicieron nuestros vecinos asturianos con su Boletín Oficial de la Provincia, que recién estrenado el año 1836 habían decidido titularle El Asturiano.

Parece claramente que quieren decir que solo con el título de Cántabro podrían "ser órganos de la opinión de la provincia, cuyo nombre tomanos."

*********
En el Boletín del 26 de agosto de 1836 daban cuenta de la nueva titulación que aparecería el 30 de agosto.







jueves, 27 de diciembre de 2018

::: (S/F) COLECCIÓN FOTOGRÁFICA 'TRASMIERA' :::

Dice la leyenda de esta foto que corresponde a San Roque de Riomiera. Sin embargo, sabido es que esta villa pasiega jamás ha sido parte de Trasmiera. Quizás se confundieran con Miera, pueblo que sí integró aquella Merindad a través de la Junta de Cudeyo (Miera era uno de sus concejos, convertido en Ayuntamiento desde el siglo XIX). ¿Puede ser que aquella edificación que se observa al fondo sea la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Miera?. También aparecen a la izquierda un grupo de personas...¿con una bandera? No aparece fechada la fotografía: la Biblioteca Nacional de España le ha asignado el año 1900, supongo que por poner algún año, aunque de aquellos tiempos será, sin duda.



miércoles, 26 de diciembre de 2018

lunes, 10 de diciembre de 2018

::: AGRADECIMIENTOS :::

Agradezco a Rafael Palacio Ramos, autor de este libro que acaba de salir a la venta, las citas a este blog.





Cuando a finales de mayo de 1808 Cantabria se levantó contra el invasor francés, sus habitantes comenzaron a organizarse en varios batallones que formarían una “División Cántabra”. Esta denominación se mantuvo, oficial u oficiosamente, durante toda la Guerra de la Independencia, y en efecto aunque también formaron en sus unidades reclutas palentinos, burgaleses o vizcaínos, la mayoría de sus componentes fueron oriundos de la Montaña

Este libro estudia por primera vez sus inicios, su evolución y la composición de sus regimientos y batallones, además de su valor táctico. Lejos de la tradicional descripción de esta división como “guerrillera”, se demuestra su carácter totalmente regular dentro de la estructura de los Reales Ejércitos españoles.

domingo, 9 de diciembre de 2018

::: (OCTUBRE DE 1808) EXPOSICIÓN DE LA 'SUPREMA JUNTA GUBERNATIVA DE LA PROVINCIA DE CANTABRIA' AL CONDE DE FLORIDABLANCA, PRESIDENTE DE LA JUNTA SUPREMA CENTRAL, REIVINDICANDO SU DERECHO A TENER REPRESENTACIÓN EN ÉSTA :::

La transcripción que aparece aquí ha sido realizada por David Humara Obregón

Fuente: La Guerra de la Independencia a través de los fondos del Archivo Histórico Nacional

Nota: Los dos Diputados que se nombran en esta exposición como futuribles representantes montañeses en la Junta Central son Pedro de Ceballos y el Marqués de Cilleruelo, que respondía al nombre de Andrés María de Quevedo y Navamuel. El primero natural del Valle de Buelna y el segundo de Reinosa. Es un documento notable, en el que se vislumbra las pretensiones de Cantabria de querer tener voz, como la pudieran tener otros territorios, ante la Junta Suprema Central del Reino, entidad depositoria de la autoridad soberana ante la ausencia del rey Fernando VII. Sin embargo, aquellos políticos de La Montaña no verían colmadas sus expectativas.



SERENÍSIMO SEÑOR

La Junta Provincial de Cantabria ha recibido por mano de su Ilustrísimo Presidente los dos oficios que por el orden de sus fechas acompaña en copia con los números 1º y 2º, el uno del Excmo. Sr. Don Pedro Ceballos y del Sr. Marqués de Cilleruelo, Diputados de la misma Junta autorizados en forma para representarla en la Suprema Central del Reyno, y el otro del Excmo Duque del Infantado Presidente del Consejo de Castilla. Ambos contienen la sensible reclamación comunicada por V.A.S de que los Diputados referidos de esta Junta no deben ser admitidos en la Central porque la Ciudad de Santander no es capital de Reyno, y porque perteneciendo el territorio de ella al Principado de Asturias se halla ya representada en dho Congreso por los Diputados que de él han sido nombrados por la Junta de Oviedo.

Esta Junta se cree desayrada y perjudicada con una declaración tal que la degrada y despoja de su legítima representación y por eso ha resuelto hacer sus observaciones, no con el intento de sembrar la discordia y fomentar la división, siempre perjudicial, y nunca más en las circunstancias presentes, sino con el legal y justo objeto de vindicar sus derechos.

“Santander no es capital de Reyno y su territorio pertenece al Principado de Asturias, cuyos diputados la representan”. He aquí los dos fundamentos de la declaración citada. Santander no es, en efecto, una capital de Reyno, pero tampoco lo es Badajoz. Aquella Ciudad ni aun si quiera es Cabeza de alguno de los Principados, Condados y Señoríos de España que en la antigüedad eran Soberanos; Badajoz no es más que la Capital de la Provincia de Extremadura, parte integrante del Reyno de León, según la división antigua. Sin embargo, tiene sus Diputados en la Junta Suprema Central, y este hecho demuestra prácticamente, y de una manera irreversible, que el no ser Santander Cabeza de Reyno, no es un estorbo para que dejen de admitirse los suyos. Negar la entrada a los Diputados de Santander y franquearla a los de Badajoz, es establecer una distinción odiosa, que precisamente ha de producir en la Nación el desprecio de la Provincia excluida.

Badajoz y su Provincia no tiene más méritos que Santander y la suya; no seguramente. Santander levantó el grito contra el detestable Napoleón en la noche del 26 de mayo, y a las 10 de ella ya estaban repartidos tres mil fusiles. Entonces ni tenía Santander noticia de que se hubiese sublevado alguna otra Provincia, ni esperanzas fundadas de que las demás siguiesen su ejemplo. Entonces carecía absolutamente de tropa veterana, se hallaba sin las armas necesarias, y estaba destituida de todo auxilio forastero. No obstante, esta Provincia es casi la primera que se arma para recobrar su libertad, para defender su religión, sus propiedades y sus leyes, y para restablecer al amable y desgraciado Fernando sobre el Trono de sus padres de que fue pérfidamente derribado por el tirano de la Europa. Se sublevó a la vista de un exército enemigo, cuyo Gefe acababa de amenazarla con el saqueo, con el incendio y la muerte, lo cual muestra bien el valor y el entusiasmo de sus habitantes. Solo este hecho hace mucho honor a Santander.

El 27 del mismo mayo se estableció aquí una Junta de Gobierno y Defensa, la qual se rectificó, aumentó y consolidó en 10 de junio con la concurrencia de los Diputados de más de cien Jurisdicciones, Valles y Merindades que componen el Corregimiento y Bastón de Laredo. Con la nueva organización de la Junta se aumentaron sus recursos y sus esfuerzos. No tuvo paciencia para esperar al Enemigo y salió fuera de ella a recibirle. Destinó el Paisanaje armado a los puntos importantes de Reynosa, El Escudo, Las Estacas de Trueba y Los Tornos, donde estaban ya desde el 30 de mayo los Fusileros Provinciales y los Paysanos de Santander. Las providencias de la Junta fueron siempre las más acertadas y su resultado habría sido seguramente feliz si el Enemigo hubiera diferido un poco más el ataque, pero se dio prisa, y la negativa del socorro de gentes pedida en tiempo a los Asturianos por una parte, y por otra la superioridad considerable de las fuerzas enemigas, fueron la causa de que los Cántabros después de resistir quanto pudieron se retirasen, reservándose para mejor ocasión. Ahora se están vistiendo, armando y regimentando quatro mil, de los quales dos mil están ya sobre las armas, y no están todos, por atender al Exército del Norte que felizmente arribó a este Puerto.

El armamento de Cantabria produjo una diversión del Enemigo utilísima a Castilla la Vieja y León. Sin este armamento, los Franceses que batieron en Cabezón de Valladolid al Excmo. Sr. Don Gregorio de la Cuesta, le habrían perseguido y arrojado del territorio de su Capitanía Gral, habrían desarmado a sus súbditos, le habrían impedido reunirlos, y dar la Batalla de Rioseco que tanto honor le hace, y tanto debilitó las fuerzas enemigas. Esto ha hecho la Junta de Cantabria y su Provincia. La de Badajoz no hizo entonces tanto, y ninguna del Reyno hubiera hecho más con tan escasos recursos. Sus méritos la hacen acreedora de justicia al reconocimiento y a la Representación Nacional en la Junta Suprema ¿Por qué, pues, se excluye de ella a sus Diputados, tales y tan beneméritos? Las Naciones, los Pueblos, hasta el Ciudadano menos celoso de su reputación, aspira siempre a que sus hechos sean atendidos y recompesados; quando son desatendidos o despreciados, no puede menos de resentirse y clamar por su desagravio. En este caso se halla la Junta de Cantabria.

Ella no representa a sola la Ciudad de Santander como indica el oficio del Sr. Presidente de Castilla; al contrario, representa a todos los pueblos del Obispado de Santander, y a muchos de los de Oviedo, León, Palencia y Burgos, a parte de Castilla la Vieja y de las Encartaciones de Vizcaya, representa como queda dho a más de cien Merindades, Juntas, Valles y Jurisdicciones. Todos los pueblos que la componen, autorizados por la captividad del Deseado Fernando, reasumieron su Soberanía y la depositaron solemnemente en la Junta Suprema Cantábrica para que esta la exerciese mientras regresaba el mismo Fernando o se colocaba sobre el Trono algún legítimo sucesor suyo; otro tanto han hecho las demás Provincias que no estaban tiranizadas. La discordia y la independencia recíproca de las Provincias arruinaría infaliblemente a la España; la reunión asegura la felicidad de su empresa. Importa mucho reconcentrar el poder soberano para hacerle más respetable y facilitar el anhelado fin de lanzar al más cruel, al más vil, y abominable de los enemigos. Este fue el objeto del establecimiento de la Junta Suprema Central, y esta es su ocupación al presente. Las Provincias que han concurrido a formarla exercen allí su Soberanía por medio de los Diputados que tienen en ella, ¿y por qué la Junta Cantábrica no ha de ejercer allí mismo por medio de los suyos la Soberanía de muchos pueblos que representa? El ejercicio de esta Soberanía en la Junta Central Suprema por parte de la Cantábrica no excita ciertamente la discordia y lejos de eso consolida la unión. Esta Junta tiene sin duda un derecho igual a las otras y no alcanza razón convincente para verse despojada de él.

El territorio de Santander y sus Montañas jamás pertenecieron al Principado de Asturias y los Diputados de este Principado no pueden representar legítimamente a la Junta de Cantabria, ni a los pueblos que la formaron. Entre las Montañas de Santander y el Principado de Asturias hay mojones bien conocidos fixados hace muchos siglos. Las Montañas de Santander en nada dependen del Principado de Asturias, ni en el gobierno eclesiástico, ni en el civil, ni en el fiscal, ni en el militar. En lo eclesiástico depende de su propio obispo, en lo civil de la Chancillería de Valladolid, en lo fiscal de sus privativos Subdelegados y del Intendente de Burgos y en lo militar del Comandante General que reside y debe residir en Santander. Por Real Decreto de 15 de de febrero de 1805 se creó una Comandancia General Militar de la Costa de Asturias y Cantabria separada de la Capitanía General de Castilla la Vieja, y al mismo tiempo que se estableció esta Comandancia sin beneficio de las dos Provincias, y solo por condecorar al difunto Mariscal Truxillo, cuyas relaciones con Don Manuel Godoy son bien notorias, se reunió la Jurisdicción Civil de ambos distritos a la Audiencia de Oviedo, más esto duró un momento: clamaron los Montañeses y lograron unirse otra vez a la Chancillería de Valladolid. La Comandancia General subsiste, más la residencia del Comandante está declarada y fixa en Santander. Aquí es a donde remiten los Comandantes de Armas de Asturias los partes de las ocurrencias militares, y aquí remiten los suyos las Juntas Municipales de Sanidad del mismo Principado y aquí está el Auditor, el Secretario, y el Excmo. de la Comandancia Militar, de manera que por ella depende el Principado de Santander y no Santander del Principado. El Privilegio de Franquicia ejecutoriado en juicio contradictorio con la Real Hacienda es privativo de la Montaña, no común a los Asturianos y lo mismo sucede con las demás gracias concedidas por los Reyes a los Montañeses, por premio de su fidelidad y servicios.

El Principado estableció su Junta y la Cantabria la suya. Ambas ejercieron la soberanía en sus respectivos territorios y ambas se reconocieron recíprocamente independientes. El Principado no habría tolerado esta independencia soberana si Santander y sus Montañas pertenecieran a las Asturias. Por ningún respecto pertenecen a ellas y por consecuencia la Junta de Cantabria no puede estar representada por los Diputados de la de Asturias, Diputados que ella no ha autorizado con los poderes correspondientes, Diputados que no quiere porque los tiene propios, y Diputados que se la señalan sin su previo consentimiento.

Los vocales esta Junta no creerían satisfechos los deberes de su destino ni cumplida la sagrada obligación que han contraído con los pueblos de Cantabria si no expusiesen sus derechos a la Representación Nacional y el justo título con que la solicitan. Para conseguirla han hecho estas observaciones que ponen en mano de V.A.S por medio de su vocal Joaquín de Ceballos, rogando a V.A.S se sirva mandar que pasen a la Junta Suprema Central para que hecha cargo de ellas, tenga a bien acordar la admisión de sus Diputados.

Dios guarde a V.A.S muchos años. Santander 22 de octubre de 1808.

Rafael Thomas, Obispo de Santander, Presidente.
Ángel Gutiérrez de Celis
Joaquín de Ceballos
Jacinto Antonio de Losada
Juan Enrique de la Rigada
Josef Diaz Iglesias
Juan José Sánchez de la Torre Bracho
Juan Domingo Rosillo Anachuri
Francisco Plácido de la Pedraja
Vicente del Camino
Juan Nepomuceno Muñoz
Julián Bringas

Por acuerdo de la Suprema Junta Gubernativa de la Provincia de Cantabria. 
Luis del Campo, su Secretario.

SERENÍSIMO SEÑOR CONDE DE FLORIDABLANCA











viernes, 7 de diciembre de 2018

::: (1956) SEPULCRO DE MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO EN LA CATEDRAL DE SANTANDER :::


AQUÍ YACE ESPERANDO LA RESURRECCIÓN MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO, DEFENSOR DE LA FE CATÓLICA, GLORIA DE ESPAÑA Y HONOR DE LOS CÁNTABROS. DESVELÓ LAS GLORIOSAS GESTAS DE NUESTROS ANTEPASADOS, BREVE PASÓ SU VIDA DE EMINENTE INGENIO Y LARGA DEDICACIÓN AL TRABAJO. 

1856                      1912

SUS RESTOS Y LOS DE SUS PADRES SON TRASLADADOS A ESTE LUGAR EL DÍA 26 DE AGOSTO DE 1956


Esta imagen la he conseguido de aquí